Está, siempre está. El equipo nacional de básquet, que en los últimos cuatro torneos de mayor relevancia alcanzó al menos las semifinales, incluyendo la medalla de oro en Atenas 2004, quiere seguir siendo protagonista en el mundo de este deporte y arrancó de la mejor manera. En su primer encuentro, venció a Alemania 78 a 74; luego, la víctima fue Australia, a quién derrotó ajustadamente 74 a 72. Ayer, sucedió lo mismo ante Angola, aunque esta vez, la diferencia fue mayor: 91-70.
Con estas tres victorias en el arranque del certamen, el conjunto de Hernández se aseguró el pase a los octavos de final cuando todavía restan un par de encuentros de la ronda inicial. El próximo, ya con un panorama más tranquilo luego de la clasificación, será este miércoles ante Jordania. A pesar de tener asegurado el boleto a la siguiente instancia, el objetivo principal estará focalizado en intentar conseguir la primera posición en el grupo A para evitar a las grandes potencias.
Falta mucho, es verdad. Pero el primer paso hacia un nuevo sueño fue dado, y a esta selección, que cuenta con sus máximas figuras fuera del torneo, será difícil quitarle la ilusión de conseguir una nueva hazaña, como hace 6 años atrás en Grecia.
Escrito por Ramiro Bringas
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